Diálogo comunitario
El impacto social
Muchas otras desempeñaron funciones de apoyo. Para todos ellos, la participación aportó nuevas experiencias, aprendizaje y conexiones. Y esto se aplica tanto a las organizaciones artísticas como a las entidades sociales— la co-creación es una vía de doble sentido.
El impacto social de los proyectos, para individuos y grupos, es complejo y variado. A algunos les aportaron nuevas habilidades, conocimientos y amistades. Otros, la oportunidad de expresarse, crear significado y ser escuchados es lo que más conservarán. Y otros han adquirido un sentido diferente de sí mismos y de su lugar en el mundo como resultado de lograr algo difícil y ser aplaudidos por hacerlo.
Lo que une a estos cambios, es la oportunidad de las personas de desarrollar sus capacidades para hacer y ser lo que elijan.
Eso significa no sólo desarrollar las propias capacidades de una persona, sino también garantizar que el entorno económico, político, social y cultural en el que vive le permita utilizar esas capacidades. Este principio fundamental de la libertad, definido por filósofos como Amartya Sen y Martha Nussbaum, es fácilmente dado por sentado por quienes tienen capacidades. Los que experimentan la exclusión social saben lo valiosas que son esas capacidades, porque a menudo se les niegan.
Participar en la vida cultural de la comunidad es un derecho humano porque es una forma clave de proteger las capacidades humanas, tanto a través del desarrollo personal y comunitario que conlleva, como a través de la visibilidad social que aporta la cultura. Las personas que participaron en La Gata Perduda, O Tempo (Somos Nós) y Fuera de lo Común (Out of the Ordinary) lo hicieron por muchas razones—porque era divertido, interesante, desafiante y diferente.